Cuando uno entra en el hotel Cap Rocat siente que algo está pasando; la
majestuosidad que desprende sirve de perfecto escenario para un evento
musical de primer nivel: el Festival Cap Rocat. La cuarta edición arrancó
este viernes con una propuesta muy ambiciosa: un homenaje a Puccini con
motivo de su centenario. Y lo hizo con dos excepcionales voces como
protagonistas: el prestigioso tenor Jonas Kaufmann y la no menos reconocida
Sondra Radvanovsky, dirigidos por el maestro Marco Armiliato y arropados por
la Orquestra Simfònica de Balears y el coro del festival, bajo la batuta de
Joan Company.
Tras recibir a los asistentes con un cóctel, la
directora del festival, María Obrador, dio la bienvenida a los presentes y
celebró contar con grandes artistas en esta nueva edición. Por eso, invitó a
todos a acompañarles en un proyecto por cuya «ilusión estamos aquí,
disfrutemos de una noche mágica». Tras sus palabras empezaron a sonar las
primeras notas. Bajo el título Amor y odio, este homenaje a Puccini cobró
forma con piezas de óperas como Tosca, Madama Butterfly o Turandot, y una
sorpresa: la Cavalleria Rusticana de Mascagni.
Entre los asistentes
al evento, con todas las localidades agotadas, se encontraban autoridades
como Pedro Vidal, secretario autonómico de Cultura del Govern, o la
directora insular de Turisme per a l’Oferta i la Qualitat, Clara del Moral,
así como numerosos rostros de la sociedad mallorquina. Todos ellos se dieron
cita en un festival que no termina aquí, continuará este fin de semana.
Este sábado será el turno del afamado pianista Mikkhail Pletnev, y el
domingo pondrá el broche de de oro al Festival Cap Rocat una gala lírica con
un cartel de infarto: la soprano estadounidense Lisette Oropesa, de nuevo de
la mano de la Simfònica, dirigida en esta ocasión por Pablo Mielgo, y un
programa compuesto por célebres obras de Rossini, Donizetti y Verdi, entre
otros.
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