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el Periódico, 25/02/2018 |
César López Rosell |
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Wolf: Italienisches Liederbuch, Palau de la Musica,
Barcelona, 24.Februar 2018 |
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Kaufmann y Damrau, dos divos mejor que uno
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Las dos estrellas de la lirica sedujeron al Palau alternándose en la
interpretando del ciclo de las 46 canciones italianas de Hugo Wolf |
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Cuando dos divos del canto como Jonas Kaufmann (Múnich, 1969) y Diana Damrau
(Gunzburgo, 1971) unen su arte mayúsculo para un proyecto es que algo grande
tiene que suceder. La expectación por su visita a Palau 100 con la gira de
las Italianisches Liederbuch, de Hugo Wolf, junto al excelso pianista Helmut
Deutsch, prometía algo excepcional. Sobre todo para los delicados paladares
de los amantes de lied, que no quisieron perderse la oportunidad de degustar
un manjar tan delicado como el de esta colección de canciones del autor
austríaco. Es poco habitual ver interpretados los ciclos completos de un
creador tan apasionado como atormentado, en las que la música se pone
plenamente al servició de la poesía. Dos divos mejor que uno, por no decir
tres considerando la categoría de Deutsch, para recitar/cantar un poemario
que requiere una intensidad expresiva como la que los estrellas bavaresas
ofrecieron la noche del sábado.
Los 46 poemas italianos anónimos,
traducidos al alemán por Paul Heyse, fueron ordenados temáticamente para
facilitar la alternancia en las intervenciones de los intérpretes y permitir
el juego de la réplica entre ellos. Esta circunstancia permitió que la
velada se desarrollara con un ritmo y agilidad admirables. El lirismo de las
alusiones a la naturaleza, la expresión del sentimiento amoroso de la
mayoría de las piezas, la ironía de los momentos de tensión de las
relaciones, expuesta a veces con una sobrepasada comicidad, dominaron las
casi dos horas de sesión. Miradas entre ellos para intensificar el
significado del poema, manos cogidas en plena expresión romántica y gestos
de desaire comparecieron durante la interpretación de las obras. Damrau
lució un vestido verde para marcar las alusiones a este color de la primera
parte, que cambiór en la continuación por otro floreado con fondo negro.
Noche para el recuerdo
Todo cuidado al detalle en este
espectáculo diseñado por los artistas para compaginarlo con sus citas
operísticas (entre ellas de de Kaufmann con Andrea Chenier en el Liceu, a
partir del 9 de marzo). La dinámica funciona a partir de un crescendo que
lleva a una segunda parte de mayor entidad expresiva. El versátil Kaufmann
no parecía tener su mejor día, quizás afectado por algún resfriado, pero la
belleza y clara dicción de su voz oscura al servicio de la hondura poética,
la musicalidad y elegancia en la aplicación del estilo para este repertorio
y la teatralidad siempre a punto, le permitieron mantener el dominio de la
situación y acabó triunfando. Damrau estuvo espléndida toda la noche,
manteniendo una gran regularidad en la emisión. Mostró la pulcritud de su
fraseo fresco y claro y la perfección de sus transiciones de graves a agudos
desplegada con una naturalidad y sensibilidad liricas de primera.
Dos
propinas de Schumann y Mendelsohn cantadas a dúo cerraron una noche
aleccionadora, ya que permitió disfrutar de estos grandes artistas junto al
maestro Deutsch, en un registro más intimo. El homenaje floral a los
intérpretes cerró una noche para el recuerdo. |
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