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RITMO, septiembre 2017 |
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Jonas Kaufmann – L’Opéra: ópera, opulencia y elegancia |
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Una celebración de las grandes obras
musicales que hicieron del París del siglo XIX la capital mundial de la
ópera |
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Jonas
Kaufmann rinde tributo a la extraordinaria época en la que la ópera
definió el esplendor y elegancia musicales, con su nuevo álbum de arias
de ópera y duetos franceses del siglo XIX. Su selección musical para
tenores abarca este periodo decisivo, comenzando con “Rachel, quand du
Seigneur” de’s La Juive de Halévy (1835), incluyendo dos de los grandes
trabajos de Bizet, “La fleur que tu m’avais jetée” de Carmen (1875) y
“Au fond du temple saint” de Les Pêcheurs de perles (1863), pasando por
“Ah! lève-toi, soleil!” de Roméo et Juliette de Gounod (1867) y
terminando con “Pourquoi me réveiller” de la obra maestra de Massenet,
Werther (1892), entre otras piezas.
“El repertorio operístico
francés es muy preciado para mí,” dice Kaufmann. “Esta música fascinante
refleja un periodo único de la cultura europea. No quería elegir solo
las piezas más destacadas, sino también incluir trabajos y papeles de
personajes que han sido clave en mi experiencia como artista. Wilhelm
Meister en Mignon, por ejemplo, fue mi primer gran papel francés; lo
canté en Toulouse en 2001. Carmen y Werther ayudaron a abrirme camino.
El hecho de que cantara mi primer Werther precisamente en la Opéra de
París, siendo alemán y rodeado de músicos franceses, fue sin duda
bastante arriesgado, pero tuve la suerte de tener excelentes guías:
répétiteurs, compañeros, directores y, no menos importantes, las
grabaciones del legendario tenor francés Georges Thill.”
Lo que
se puede escuchar en el nuevo álbum de Jonas Kaufmann es la herencia
musical de un tiempo en el que París, habiendo sido recientemente
renovada por Georges Eugène Haussmann, se convirtió en el centro del
mundo moderno en el siglo XIX. En aquel momento, los teatros de ópera de
París eran los lugares donde la gente iba para “ver y ser vistos”. Los
grandes y lujosos vestíbulos ofrecían al público la oportunidad de
reunirse y socializar. Las producciones operísticas mostraban a la
audiencia lugares exóticos de los cuales no habían oído hablar, y
espectáculos con una extraordinaria puesta en escena: se dice que en el
estreno de La Juive de Halévy había doce caballos en escena.
En
aquel momento, la ópera parisina también promovía un intercambio
creativo entre las culturas francesa y alemana. Compositores alemanes
como Meyerbeer y Offenbach se fueron a París y desarrollaron sus
carreras internacionales desde allí. De la misma manera, los
compositores alemanes estaban profundamente influenciados por la
literatura alemana, tal es así que Werther de Massanet y La Damnation de
Faust de Berlioz se basaban en “best-sellers”; Kaufmann ha seleccionado
escenas de ambos trabajos para su nuevo álbum. Generalmente, las óperas
nuevas viajarían a los teatros de Alemania y más allá, después de una
exitosa temporada en la Opéra de París.
La conexión
franco-alemana es especialmente interesante para Kaufmann: “Hoffmann de
Offenbach es, creo, la simbiosis ideal entre la profundidad alemana y la
imaginación francesa. Y Jules Massenet capturó las profundidades
psicológicas del Werther de Goethe con tantas sombras y matices que su
trabajo es intachable. Así que en este sentido, me siento absolutamente
cómodo.”
Esta grabación se realizó con la orquesta “local” de
Kaufmann, la premiada Orquesta Estatal de Bavaria, con quienes actúa
todo el año y que está dirigida por Bertrand de Billy experto en el
repertorio seleccionado. El barítono Ludovic Tézier es el compañero de
dúo de Kaufmann en “Au fond du temple saint” de Bizet’s Les Pêcheurs de
perles de Bizet, y la soprano Sonya Yoncheva se une a Kaufmann en dos
escenas de Manon de Massenet.
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