|
|
|
|
|
ProÓpera, Mayo - Junio, 2013 |
Por Ingrid Haas |
|
Wagner - Jonas Kaufmann
|
|
Después
de su éxito cantando Siegmund en Die Walküre y el rol titular de Parsifal en
el Metropolitan Opera House de Nueva York, no es sorpresa ver que el quinto
álbum del tenor alemán Jonas Kaufmann para la marca DECCA sea un homenaje a
Richard Wagner. Además de ser el bicentenario del nacimiento de dicho
compositor, Kaufmann ha dicho en varias entrevistas que este compositor ha
estado muy ligado a su vida desde que era niño. Su abuelo tocaba para él y
su familia fragmentos de óperas de Wagner en reuniones familiares y Kaufmann
cuenta cómo se deleitaba hojeando las partituras antiguas que su abuelo
atesoraba.
Las escenas escogidas por Kaufmann para este disco
muestran el desarrollo de Wagner como compositor, desde el estilo italiano
de la plegaria de Rienzi hasta el parlando casi teatral de la escena de
Siegfried ‘Dass der mein Vater nicht ist’. Escuchamos también la extensión
tan amplia que Wagner pide a los tenores y que Kaufmann tiene de sobra. Sus
graves abaritonados resuenan en el aria ‘Ein Schwert verhiess mir der Vater’
y su gran escuela liederista le permite dar una interpretación de gran
belleza en los momentos más líricos de la escena. Su grito de “Wälse” es
potente, rico y de una profundidad muy dramática. Maneja los contrastes
emocionales del personaje y su manera de enunciar el texto le da una riqueza
extra a su canto. Esto es todavía más evidente en la escena de Siegfried,
donde su canto, casi parlando, emerge de la música misma, como si se tratara
de un largo legato sostenido por el texto mismo.
En la voz de
Kaufmann estas escenas wagnerianas se sienten frescas, llenas de matices
teatrales e intensidad musical. Escuchar una voz de tenor en plenitud de
facultades cantando esta música y enriqueciéndola con su sensiblidad
demuestran una nueva manera de cantar Wagner. Olvidémonos de escuchar un
tenor que grita todas las notas y que se oye agotado al final de cada
escena. Kaufmann canta e interpreta magistralmente esta música. Basta con
escuchar su elegante y etérea forma de comenzar la plegaria de Rienzi
‘Allmächt’ger Vater, blick herab!’ Lo mismo podemos decir de su forma de
cantar el aria de Walther von Stolzing ‘Am stillen Herd’ de Die
Meistersinger von Nürnberg.
Otra escena que demuestra la afinidad que
Kaufmann tiene con esta música es la difícil ‘Inbrunst im Herzen’ de
Tannhäuser, que requiere no sólo de un perfecto control de las diferentes
emociones por las que pasa el personaje principal durante la narración de su
viaje a Roma, sino también de un balance vocal tal que pueda fluctuar entre
la desesperación, la añoranza y la desesperanza.
Incluye también la
Narración del Grial ‘In fernem land’ de Lohengrin, en su versión completa de
1850 con una segunda parte de texto que generalmente se corta. Este rol, que
ha dado tanto éxito a Kaufmann alrededor del mundo, muestra al máximo el
lirismo al que puede llegar el canto de este tenor alemán.
La gran
sorpresa del disco es la interpretación de Kaufmann de los ‘Wesendonck
Lieder’, generalmente cantados por voces femeninas. Dado que en el texto de
las canciones no existe ningún indicativo del género del narrador, Kaufmann
adecuó su voz a estas cinco bellas canciones y las canta con la sutileza y
elegancia de un liederista consagrado.
La Orchester der Deutschen
Oper Berlin, bajo la dirección de Donald Runnicles, acompaña a Kaufmann con
la delicadeza y belleza de sonido que cada pieza requiere o la intensidad
necesaria para hacer de cada escena una Gesamtkunstwerk (obra completa), tal
como Wagner las ideó. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|