Pro Ópera, enero-febrero 2016

Por Ingrid Haas

JONAS KAUFMANN - NESSUN DORMA

Después del éxito que el tenor Jonas Kaufmann ha tenido al cantar el rol de Renato Des Grieux en Manon Lescaut en Londres y Múnich, además de su interpretación en Viena del papel de Dick Johnson en La fanciulla del West, era natural que su nuevo disco se enfocara en las arias para tenor más famosas de Puccini. La música de este compositor le queda como anillo al dedo al tenor alemán, no sólo por la expresividad que necesitan sus arias sino también por el dramatismo que a veces llega a tensar la voz de algunos tenores que abordan este repertorio. Este no es el caso de Kaufmann quien, sin mayor dificultad, afronta arias de gran lirismo como ‘Donna non vidi mai’ o ‘Non piangere Liù’, y tiene el poderío vocal para piezas más pesadas como ‘Hai ben ragione’ de Il tabarro o ‘Una parola sola... or son sei mesi’, ‘Risparmiate scherno... Ch’ella mi creda’ de La fanciulla... Dos poderosas escenas de Manon Lescaut vienen en este CD que, aunque cortas, demuestran la afinidad de Kaufmann con esta música: ‘Ah! Manon mi tradisce’ y ‘Presto! In fila!... Ah! Non v’avviginate’. Los agudos de Kaufmann en estas dos partes son redondos, bien cubiertos y luminosos; su timbre baritonal le ayuda en este tipo de arias. El tenor alemán transmite la emoción del personaje sin perder el estilo en la elegancia de su canto. Canta dos duetos al lado de la soprano letona Kristīne Opolais: ‘Tu, tu, amore? Tu?’ de Manon Lescaut y ‘O soave fanciulla’ de La bohème. Después de haber cantado juntos Manon Lescaut en Londres y Múnich, Kaufmann y Opolais se posesionan de sus roles y vocalmente se sienten muy cómodos con las exigencias dramáticas de Manon y Des Grieux. La voz de Opolais es más delgada en el registro agudo que el de otras intérpretes de Manon; le da importancia al texto y, a veces, sacrifica un poco la pureza del tono para darle intesidad a lo que canta. Ambos frasean muy bien y llegan al clímax del dueto de Manon Lescaut con buen gusto y sin gritar. En el dueto de Mimì y Rodolfo escuchamos un lado más lírico de Kaufmann que se acopla bellamente con Opolais. Incluye en esta selección de arias dos joyas del Puccini menos conocido: el aria de Edgar ‘Orgia, chimera dall’occhio vitreo’ y el aria de Roberto ‘Ei giunge... Torna al felice dì’ de Le Villi. No por ser óperas menos conocidas de Puccini son menos demandantes vocalmente para el tenor; en la segunda, Kaufmann adelgaza un poco la voz, dado el carácter más lírico del rol de Roberto. En el aria del personaje de Edgar, Kaufmann emplea un legato más pronunciado en esta aria y luce su uso de la mezza voce. Opolais también lo acompaña con las frases de Liù durante el aria ‘Non piangere Liù’ de Turandot. Como el título del disco lo indica, Kaufmann cierra cantando un magnífico ‘Nessun dorma’ e incluye también la primer aria de Mario Cavaradossi de Tosca: ‘Recondita armonia’. El aria de Pinkerton ‘Addio fiorito asil’ es corta pero de gran belleza y Kaufmann sabe sacar el lado más humano de un personaje poco querido dentro de Madama Butterfly. La versatilidad de estilo dentro de las mismas arias puccinianas es palpable con el aria de Rinuccio ‘Avete torto!... Firenze è come un albero fiorito’ de Gianni Schicchi, donde Kaufmann se escucha relajado y juguetón. Otra de las arias de carácter más ligero que canta en este CD es la de Ruggero de La Rondine: ‘Parigi è la città dei desideri’. La tercera estrella de este CD es, sin duda alguna, la Orchestra e Coro dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia, bajo la excelente dirección de Antonio Pappano. La textura orquestal que logra este director, junto con los matices y colores en varios pasajes de las arias, muestran un balance perfecto entre la desbordante pasión de los personajes y el control que debe tenerse de la orquesta para no opacar a los cantantes. La brillantez sonora que Pappano saca de la orquesta es muy expresiva.